Remanso de paz hecho por arquitecto

El alojamiento está ubicado en pleno corazón de los valles cántabros y a dos pasos de las playas por autovía. Perfectamente integrado en el entorno del pueblo, su interior moderno, luminoso y bien equipado sorprende y hace la vida muy agradable. Nuestra casa está estratégicamente situada en el centro de la región y a dos pasos de la autovía. En menos de media hora se puede estar en la playa, en el parque de Cabárceno, en Santillana del Mar...o esquiando en Alto Campoo. A una hora de Burgos o de Bilbao y a hora y media de Oviedo... el final de la jornada supone volver a un remanso de paz donde sólo se oyen los pájaros desde la mañana hasta la noche. La casa está adosada a otra, pero su situación la hace totalmente independiente. El amplio jardín rodeado por un cercado de piedra ofrece una completa seguridad para los niños, permitiendo a los padres relajarse tranquilamente mientras ellos juegan. El pueblo dispone de un bar restaurante a no más de 200 metros de la casa. En Molledo (a 2 km.) hay bancos, farmacia, supermercado, carnicería además de otros bares y restaurantes. También hay una piscina pública que es un auténtico lujo, familiar y limpísima. Jaime y yo, o nuestros padres que viven en un pueblo cercano estamos a disposición de nuestros huéspedes para lo que puedan necesitar. En la casa hay todo tipo de información, pero nuestros teléfonos están abiertos para cualquier duda que puedan tener, pues nos encanta que disfruten de nuestra casa y de nuestra región tanto como nosotros lo hacemos. Estamos situados en un extremo del pueblo lo que nos permite aislarnos si lo queremos pero siempre sabiendo que estamos rodeados de buenos vecinos. Hay autobuses que cada hora comunican el pueblo con Reinosa, Torrelavega y Santander. La estación de tren está a dos kilómetros. Durante los meses de verano podemos facilitar a aquellos clientes que lo deseen el alquiler por días de un velero Wayfarer.