Un chalet muy especial

Un refugio perfecto, totalmente rehabilitado, para disfrutar y relajarse en cualquier estación del año. A menos de cinco minutos andando del centro del pueblo, está lo suficientemente alejado como para gozar de la más absoluta tranquilidad. La casa está totalmente rehabilitada, con calefacción de suelo radiante como complemento a una funcional chimenea que preside el amplio salón, y respetando la estructura original a base de pilares, vigas de madera y tirantes de hierro. Sus muros de piedra al aire mantienen el original aspecto rústico característico de la zona, pero su decoración es moderna y ligera. Una de las estancias más agradables es el comedor, incorporado a la cocina en una estructura de cristal que se adentra en el jardín y con una estufa antigua de hierro forjado que permite contemplar las nevadas del exterior a temperatura veraniega. Y cuando la temperatura es demasiado veraniega, el agradable jardín brinda la sombra justa para olvidarse del calor. Para aquellos que no pueden o no quieren desconectarse del todo, también hay un rincón en el salón habilitado para el trabajo, con conexión wi-fi. Se alquila la casa completa con jardín Todos los días de la semana en horario de 8h a 21h. El pueblo, a 52 kilómetros de Madrid, se anima especialmente los fines de semana. Hay tiendas de ropa y decoración para los amantes de las compras diferenciadas, reconocidos y originales restaurantes con todo tipo de gastronomía, y la plaza está llena de terrazas donde poder disfrutar del aperitivo al sol en cualquier época del año. Todos los domingos se celebra un mercadillo de antigüedades; en domingos alternos, un mercado de artesanía; y el primer domingo de cada mes, una exposición de coches y motos antiguos y un mercadillo medieval. La UNESCO declaró a casi toda Navacerrada reserva de la biosfera. Es un entorno privilegiado donde se puede hacer casi de todo: senderismo, rutas en bicicleta, escalada, pesca, caza y, por supuesto, deportes de invierno en las cercanas estaciones de esquí del Puerto de Navacerrada y de Cotos-Valdesquí. Situado frente a la iglesia, a menos de cinco minutos andando del centro del pueblo, está lo suficientemente alejado como para gozar de la más absoluta tranquilidad.